María y Madonna, ¿la misma persona?

LA BIBLIA - UNA GUÍA SEGURA EN UN MUNDO QUE ANDA CONFUNDIDO

Aprecio mucho a María pero al mismo tiempo, tengo grandes problemas con Madonna. Cuando hablo de María, me refiero a la humilde virgen dispuesta al sacrificio para el honor de Dios. Lista para ser sierva, instrumento humano por el cual iba a realizarse la encarnación divina. Mediante ella, Jesús podía manifestar Su infinito amor, misericordia y el deseo de salvarnos de nuestros pecados, dándonos la esperanza en una nueva vida, eterna.

María hablaba poco. Dos evangelios, Mateo y Marcos, no dicen ninguna palabra sobre ella. Lucas, relata la timidez de ella frente al mensajero divino y su respuesta, simple, humilde, como la de una sierva delante del amo:

“Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se fue.” (Lucas 1:38, JER)

            Luego Lucas presenta la oración de María, en la cual ella desaparece, dejando lugar solamente a sus agradecimientos frente a la misericordia de Dios para Su pueblo. En el Evangelio de Juan falta toda la parte relacionada con el nacimiento de Jesús. Aunque "falta", no es exactamente la palabra adecuada, ya que de la Palabra de Dios no "falta" absolutamente nada; es completa, perfecta, infalible e inmutable. Así que digamos mejor que el Señor a encontrado bien no mencionar el relato del nacimiento de Jesús en el Evangelio de Juan. Cada evangelio se centra en un aspecto especifico del carácter de Cristo. Pero este articulo no es un estudio teológico, así que observaremos ahora simplemente que Juan (inspirado por Dios), sólo menciona la experiencia de la boda de Cana de Galilea. Pero en todo los evangelios María es, un frágil “vaso de arcilla”, humilde y tímido, en el cual viene a habitar el tesoro divino – Jesús el Cristo.

           

            Madonna, en cambio, es totalmente otra persona. Primero, ella no tiene aire de sierva, sino al contrario, es la dueña. Aunque siempre es presentada como una virgen, ella tiene la apariencia y las características de una fuerte divinidad femenina. De hecho, este es el sentido real de la palabra latina – Madonna. Ella ya no es la humilde virgen de Nazaret sino, la igual de Dios. Mientras que Jesús parece callar, debido a que lo que era por decirse, fue dicho en la Palabra de Dios, esta señora, aclamada, promovida, y honrada como reina de los cielos y de la tierra, anda (y aparece) de lugar en lugar, hablando continuamente y supuestamente, como de parte de Dios.

            Mientras María alaba la misericordia de Jesús que sufre para el mundo caído, Madonna habla sobre la ira de Jesús que está al punto de destruir la humanidad. Ella se describe a sí misma como siendo la mediadora para la gracia, que se opone al enojado Hijo, el cual, dice ella, está decidido a destruirnos. Ella, esta extraña Madonna, es ahora, la madre del perdón, reemplazando al único Perdonador, Jesucristo. Y a eso, Dios llama, blasfemia.
            En la Biblia, María es una mujer humilde que recibe agradecida la gracia de Dios; en la tradición de la Iglesia, ella se transforma en Madonna, una mujer que imparte la gracia; una reina. Y a eso, Dios llama, blasfemia.  
            María, la que invitaba a la gente ir a Jesús, ahora fue reemplazada por esta Madonna, que llama a la gente... a ella misma. Su amor es, se dice, más grande que el amor del Salvador. Y a eso, Dios llama, blasfemia.

            María, que se perdía en la gloria y la hermosura del amor divino, fue reemplazada con Madonna, que hace desaparecer todo el horizonte de la piedad religiosa, "prepara" el mundo para la Salvación y se atribuye a sí misma todos los méritos. Y a eso, Dios llama, blasfemia.
           Frente a esta realidad, no puedo creer que María y Madonna son una y la misma persona. Confieso que tengo todas las dudas, y ... todas las evidencias. La práctica misma, confirma que entre las dos, hay una enorme diferencia. María, fue la madre de mi Salvador Jesucristo; Madonna, es "la madre de las rameras" (Apoc. 17:5), sierva del Anticristo.
¿Quién es el Anticristo?
Intentaré exponer algunas informaciones y evidencias, para que juntos podamos responder a esta interesante (y vital ) pregunta sin el peligro de desviarnos en las locuras que abundan en Internet respecto a este tema.
No ahora, pero lo haré cuanto antes.
Mientras tanto puede que este vídeo te parezca interesante: ¿Qué es la Marca de la Bestia?
Dios te bendiga!

                                                                

Iglesia Catolica - Adorando a los muertos

LA BIBLIA - UNA GUÍA SEGURA EN UN MUNDO QUE ANDA CONFUNDIDO


       Si pensabas que la adoración a los muertos es algo antiguo y salvaje, o bárbaro, ahora es el momento de meditar en esto otra vez.
      Desafortunadamente la mayoría de los creyentes católicos no tienen ni la más remota idea de... ¿de qué trata su religión?.
      Bueno, supongo que si lo supieran no desearían tanto, seguir las tradiciones paganas de esta equivocadamente llamada, iglesia Cristiana. No, no quiero denigrar ni a personas, ni a alguna institución, pero las evidencias sobran para que cualquier persona inteligente comprenda que la iglesia católica no es sino la sombra del Imperio Romano pagano vestido de Cristianismo, engañando un mundo entero y socavando la religión pura y santa de Jesucristo.

        Lo curioso es que la Biblia prohíbe específicamente a los sacerdotes acercarse o tocar a los muertos:
           "Y el sumo sacerdote entre sus hermanos, sobre cuya cabeza fue derramado el aceite de la unción, y que fue consagrado para llevar las vestimentas, no descubrirá su cabeza, ni romperá sus vestiduras: Ni entrará donde haya alguna persona muerta, ni por su padre, o por su madre se contaminará." (Levítico 21:10,11)


       Pero es bien sabido que la pagana Roma no tuvo nada que ver con la Biblia. Lo que no es bien sabido, es que la actual Roma, tampoco tiene que ver algo que el Libro Sagrado del Cristianismo; lo suyo es el paganismo, el culto de adoración solar y mortuoria.
Mira estas fotos y piensa, ¿dónde en la Biblia se anima al pueblo de Dios, a adorar, adornar, y exponer a los muertos?

Esqueletos horripilantes en iglesias de Europa:

El historiador de arte Paul Koudounaris ha recorrido decenas de iglesias por toda Europa buscando con su cámara fotográfica horrorosos esqueletos. Lo más increíble es que algunos de ellos necesitaron 5 años para ser decorados y han sido encontrados en catedrales y cámaras mortuorias en conventos, monasterios, y pequeñas iglesias. Cubiertos lujosamente con joyas y oro, algunos de estos esqueletos, llegan a tener una antigüedad de hasta 400 años y ahora han sido recopilados por este cazador de reliquias en un libro.

                         

 

Alberto, en la iglesia de San Jorge en Burgrain, Alemania.

                                                       San Valerio, en Weyarn, Alemania


 
                          San Friedrich, en la abadía benedictina de Melk, Austria.

 

Santa Munditia, en la iglesia de San Pedro en Munich, Alemania.

La mano de San Valentín, en Bad Schussenreid, Alemania.

Santa Luciana, en el convento de Heiligkreuztal, Alemania.

San Valentín, en Waldsassen, Alemania.

San Félix, en Sursee, Suiza.

 

San Benedicto, en la iglesia de San Miguel en Munich, Alemania.

 

Reliquia desconocida, Passau, Austria.

 

San Deodato, en Rheinau, Suiza.

 

San Getreu, en Ursberg, Alemania.

Las costillas de San Vicente debajo de un manto de hojas de oro en Stams, Austria.

 

Todas estas imágenes forman parte del libro

"Cuerpos Celestiales - Tesoros de Culto y Santos Espectaculares

de Las Catacumbas"

que acaba de publicar Paul Koudounaris.

         La orden de los Capuchinos es sinónimo de devoción o adoración a los muertos. Basta con acercarse a algunas de las criptas que estos monjes de hábito marrón custodian en Roma –bajo la iglesia de Santa Maria della Concezione– o en Sicilia –en las igualmente célebres catacumbas de Palermo–, para comprobar el fervor y el mimo con el que conservan los cadáveres embalsamados de sus hermanos en la fe, y también los de muchos seglares.

Esto es muy interesante para el mundo Hoy día, ya que el actual Emperador Romano, conocido como papa de Roma, además de ser jesuita, tomó un nombre muy curioso: Francisco. Ahora, si alguien sabe quiénes son los jesuitas y quiénes los capuchinos, se dará cuenta hacia dónde va la "religión católica" y porqué eligió el Pontifex Maximus ese nombre consagrado. 

         En Viena, la antigua capital del Sacro Imperio Romano Germánico, los capuchinos tienen bajo su cuidado otra de estas criptas, la que se oculta bajo los cimientos de la iglesia de Santa María de los Ángeles, en la Neuen Marktplatz (plaza del mercado nuevo), a apenas trescientos metros del imponente palacio Hofburg, hogar de los miembros de la familia imperial de la rama de los Habsburgo austríacos.

         A diferencia de sus equivalentes italianos, la macabra exhibición fúnebre es mucho más contenida, ya sea por una moderación centro-europea o por el hecho de que se trata de una cripta destinada a contener los restos mortales de los miembros de los emperadores del Sacro Imperio y de sus familiares.

        No hay aquí, por tanto, cuerpos embalsamados y acumulaciones de calaveras llenando los muros de la cripta hasta donde alcanza la vista. Y, sin embargo, el visitante que acude a esta cripta imperial vienesa no puede evitar sentir un helado escalofrío al recorrer las distintas estancias del recinto, repleto de enormes ataúdes y sepulcros decorados con hermosas pero inquietantes esculturas en bronce de cráneos, rostros cubiertos con velo y otras representaciones mortuorias.

         El origen de esta cripta se remonta a la primera mitad del siglo XVII, cuando la entonces emperatriz Ana del Tirol –esposa de Matías I– decidió dejar escrito en su testamento sus deseos de crear una cripta para el eterno descanso de sus restos. Tras la muerte de la pareja imperial –ella en 1618 y él un año más tarde– comenzaron los preparativos para la obra, pero no fue hasta septiembre de 1622 que se colocó la primera piedra de la iglesia y el monasterio de los capuchinos, que fue finalmente consagrada en julio de 1632.

 Tras recibir a sus primeros moradores, la familia imperial decidió establecer allí su panteón imperial, por lo que con el paso de los años se fueron acometiendo distintas ampliaciones –desde 1657 hasta 1960–, y aumentando el número de los habitantes del espeluznante recinto.

Iglesia de Santa María de los Ángeles

En la actualidad, son 142 los cuerpos allí sepultados, ya sea en sencillos ataúdes o en suntuosos e espectaculares sepulcros. De los finados que allí se encuentran, 12 son emperadores, y 18 emperatrices. La mayor parte de ellos fueron embalsamados –extrayéndose para ello sus órganos internos–, y en algunos de los casos sus corazones se apartaron y depositaron en ricas urnas bellamente decoradas, que también se conservan en el recinto.
Entre los sarcófagos que pueden contemplarse hoy destaca el doble sepulcro escultórico de la emperatriz María Teresa I y su esposo Francisco I, una espectacular obra del escultor Balthasar Ferdinand Moll. Cuenta la leyenda, que la soberana estaba tan enamorada de su esposo que, tras la muerte de este, recorría cada día la distancia que le separaba desde el palacio y descendía hasta las profundidades de la cripta –por medio de una especie de rudimentario ascensor–, para pasar largas horas acompañando a su amado marido.

                                                  Sepulcro en la Iglesia de los Ángeles

         Menos espectacular, aunque mucho más célebre, es la tumba de la emperatriz Isabel de Baviera, más conocida como Sissi, acompañada por el féretro de su esposo –Francisco José I– y el hijo de ambos, el archiduque Rodolfo.
Hay en la cripta, sin embargo, algunas ausencias notables. El subterráneo de los capuchinos no acoge la tumba del archiduque Francisco Fernando, cuyo asesinato hace ahora 100 años desató en Europa los horrores de la Primera Guerra Mundial. ¿Será que alguien tuvo cuidado no haya evidencia de sus infernales sutilezas estratégicas militares?

         ¿Y qué hacen los católicos con estos esqueletos? Pues exactamente que hacían los antiguos paganos, adorarlos, orar a ellos, tratándolos con honor y enseñando al mundo hacer lo mismo. Un culto lleno de significado ocultista, macabro y diabólico, demostrando a los que conocen algo sobre la historia y la religión, quién es en realidad el dios que la iglesia romano-católica obedece: nadie otro que Satanás mismo, el príncipe de las tinieblas:
         "Y tenían por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolyón." (Apoc 9:11 énfasis añadido)

Ἀπολλύων - Apolúon = participio activo de G622; destructor (i.e. Satanás):- Apolión. (Concordancia Strong)

 

                          Monjas católicas venerando las reliquias de Sta. Teresa de Lisieux,
                                        Catedral (¡Anglicana!) de Westminster, Inglaterra



                                      Los mismos honores a una reliquia pagana católica
                                            (por primera vez en una iglesia Anglicana)

         El papado gana cada vez más el terreno perdido debido a la Reforma Protestante de los años 1500, y está actualmente recuperando su antiguo poder sobre un mundo que ha olvidado la Edad Oscura y los más de 80.000.000 (más de ochenta millones) de Cristianos, asesinados por la Inquisición, por rechazar la religión pagana católica. Un mundo que desconociendo la historia del pasado, piensa que Roma ha cambiado. Sin embargo, los pocos que conocen la historia saben que Roma nunca olvida y nunca cambia y que Roma sólo te da 2 opciones: ¡te conviertes o mueres!

         La Inquisición católica ha sido sólo una débil sombra de lo que será ahora en nuestros tiempos de "iluminación", en nuestra epoca de "democracia" y "libertad". Muy pronto todo ser humano va a conocer personalmente quién es Roma, y quién es su Dios. Los que desean prepararse para afrontar el futuro pueden encontrar la información y las evidencias necesarias en esta serie de 36 conferencias sobre los engaños que nos rodean: "Asalto Total"

 
         Espero que mis amigos católicos, puedan reconsiderar atentamente su elección religiosa y comprender que la iglesia romano católica no es una organización religiosa Cristiana, sino una institución ocultista, pagana, mórbida y totalmente en contra de todo lo que es Bíblico, puro, santo, y divino.
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